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Partiendo de una invitación realizada por los chicos de Il Caffetino Espresso, el sábado pasado nos reunimos para compartir una tarde de microcuentos en uno de sus locales en el centro de Córdoba.
Las actividades, acompañadas por los ricos cafés que nos preparaban Tato y Pichón, apuntaban a hacer conocer el universo de la microficción y a lograr que los asistentes se animaran a esbozar sus propios escritos.
Así, luego de leer algunos de mis microcuentos favoritos, charlar sobre mi experiencia al escribir este blog, y leer también algo de mi producción, pusimos manos a la obra.
La primera dinámica fue una versión libre del famoso juego “ Cadáver Exquisito”: divididos en pequeños grupos de cinco personas, y tomando como partida uno de los cuentuitos del blog, los participantes debían agregar entre 6 y 10 palabras cada uno para desarrollar un relato completo. Los comparto a continuación:
«Necesito tomarme vacaciones de mí mismo», pensó el Ingeniero mientras se subía las medias y se calzaba los tacos aguja. Era todavía muy temprano, pero sus ciudades adoradas quedaban muy lejos… ambos habían escogido los mismos zapatos. Así, mi primer amante resultó ser también mi primer jefe. Atravesó el palier y la sorpresa del portero, que no consiguió trabajo.»
– Grupo integrado por Ale K., Emanuel, Guadalupe, Pili y Alberto
«Se puso cómodo mientras esperaba al amor de su vida… lo primero que hizo, fue quitarse la alianza y guardarla lejos. Se puso colonia, y se quitó la ropa. Luego siguió con el bigote postizo y su ropa interior femenina… De repente se dio cuenta que en el espejo, mirándose, vio su para pintada como un payaso, mientras el beep del microondas le avisaba que la comida ya estaba lista. Sollozó y buscó su alianza, la tiró por la ventana, y decidió ser libre al fin.»
– Grupo integrado por Checho, Marcelo, Elizabeth, Mauri y Ale P.
«Pequeños diamantes tirados en la calle, a la espera de que alguien los descubra… retazos de un parabrisas que ya no era. Desde los balcones no se escuchó ruido alguno, el viento y la lluvia lo tragaron. La calle está tranquila y vacía, aunque los diamantes lucen más lejos. El viento y la lluvia persisten, es la hora de la siesta.»
– Grupo integrado por Natalia, Daniel, Nadia, Nicola y Maxi
Luego de compartir las producciones grupales, se presentó el segundo desafío, esta vez individual. Utilizando como inspiración una foto elegida al azar, cada asistente debía generar un microcuento de menos de 140 caracteres. La temática era completamente libre, y se podía obviar la fotografía y buscar inspiración por otros lados. He aquí lo producido en esa instancia (con link a la foto en caso de que corresponda):
«Encerrado en la torre, soñaba rozar las nubes. Miró al horizonte y la luz aún le daba miedo. Pensó: ¿cuándo será la luna nueva para salir a volar?»
– Alejandro Pizarro
«Mamá siempre me decía que detrás de aquella línea estaba papá.»
– Marcelo Peña
«Corría desesperado… hasta que se dio cuenta de que era su sombra quien lo seguía.»
– Marcelo Peña
«En la ciudad del progreso, voy hacia el pasado. Él, aquel que oculta su rostro, me habla de mi muerte hace 200 años.»
– Guada Padin Rojas
«…cemento, balcones y farolas de hierro forjado cedían mansos… la cuña de la lluvia dibujaba paraguas de colores… en punto de fuga.»
– Pili Araya de Gattoni
«¡Más alto, más alto! – pedía desde la hamaca… Cuando ya no pudo descender, comprendió el llanto de su ángel de la guarda….»
– Pili Araya de Gattoni
«Con el contraluz de un ocaso, la imagen parece ser una familia. Un río cruza inmóvil detrás y ellos sólo parecen sombras.
A veces, olvido sus caras.»
– Maximiliano Acosta
Inicio.
«El paisaje corriendo se cansaba, y cansada el sueño la venció. Luces del festejo la transportaron a los mismos paisajes cansados de otro siglo.»
– Alberto Gattoni
«Principio de un sueño borroso, la bruma del vidrio lo ataba a las sombras, pero sabía que era hora. Tenía que correr hacia su nuevo futuro.»
– Alejandro Kondrasky
«Siempre tiene una sonrisa, hace que la gente se divierta… ¿Y qué hacemos si su cara no está más pintada?»
– Elizabeth (Elisa Antina)
«Playa, sol y quedarse con amigos o la familia para disfrutar de la vida. ¿Hay algo mejor? Claro que no, porque pasar tiempo con las personas que amas, hace la vida rica.»
– Daniel Widmayer
«Cuchicheo de silencios, sólo naturaleza de verde. Nunca estuve acá, en un lugar donde las ideas consiguen realidad. Está prohibido hablar.»
– Nadja Sabbagh
Chat.
«En lo alto de esa torre, el tiempo se estira cuando ella espera. Otro atardecer frente a la ventana.»
– Nati Nin
«Estoy en mi cuerpo, no es duro, del pasado, de mi cuento, propia. sin duda a veces puedo moverme como todas las materias.
Me parece calculado.»
– Emanuel
* Faltan aquí cuentos de Nikola, Mauricio, Sergio y Diego (o se extraviaron o decidieron no compartirlos)
A todos, muchas gracias por haber concurrido a esta primera experiencia, que realmente fue organizada sobre la marcha pero con mucho entusiasmo. Gracias también a los chicos de Il Caffetino Espresso por incentivarme y ofrecer su cálido lugar. ¡Nos veremos en alguna próxima ocasión!
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